Siento desbordarme en un rugir templado,
cuando recorro tus líneas abiertas,
su secuencia continua…
Me enlaza el exótico recorrido
y asida a su pálpito telúrico,
en salvaje comunión de estrellas,
atravieso las dimensiones del crepúsculo,
dejándome arrastrar por sus raíces etéreas…
Como una danza afinada
retumban las cicatrices,
y bebo su núcleo deleitoso
que acentúa la solidez de tu lengua…
Las prístinas alturas del silencio
contemplan la luz infinita
que ilustra la lírica
de nuestro apasionado encuentro…
No hay comentarios:
Publicar un comentario