Más allá de lo que une voz y silencio
arde un ráfaga indómita;
una fuente de exactitud
que cae y provoca el vómito del alma;
la fascinación completa,
cuyos soplidos abaten lo evidente
y sostienen lo inverosímil…
Tan a menudo me apela
su acérrimo desfogue,
que enmudece mi lengua
y se torna invisible mi carne
al despojarse de la sombra…
Chispa, relámpago, chasquido;
la súbita provocación
de frecuentar tu sonoro y persuasivo
toque de ángel
convierte mi impulso en marea
que se desborda
a orillas de lo inefable…
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