Me rodeo, temblorosa,
de tu afán indómito;
de la avidez
que desangra tu lengua
por cada vértice espontáneo
aferrado a los piélagos del alma…
Al amparo de tu cosmos
emerge un silencio brotado;
un reflejo de soles cautivos,
resonando entre mis dedos…
Como galáctica espuma
que, envuelta en arrebato,
devora los arrecifes del tiempo…
Pulverizas la sombra,
a la vez que te descubre
y mece el suspiro irradiado,
la embriaguez de tu boca…
Tintineo de luces corales,
que arrecia mi saliva
y prende sus brillos totales
a la preñez de mi poesía…
TE AMO MI AMOR
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