Muerde el cristal la copa de mi aire
-osado guiño-
y resbalan apasionadas
las gotas de mi sangre
por el sendero vespertino…
En zona neutral se esparce
el licor de ausencia…
Del otro lado nos mira
la noche sedienta…
Exaltados en la vibración del agua
-prado de esencias-
que viste con traje de gala
el desvelo…
Enciende el llanto de fuego
-divina hoguera -
y sé que te tengo…
Aprisiono el arrebato de tu pincel
que viene pintándome el nuevo cielo…
Y se abre el precipicio del misterio…
Caigo,
ruedo,
sin encontrar agujero,
sólo tu ardiente silencio
pronunciado en avidez inquieta…
Se traga mi espada tu silueta
y esparzo en ella profunda mi alma…
Mojan mis labios tu arco azulino
y acaba el ayuno del alba…
¡Estoy contigo!
TE AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
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