Bate las alas la sombra
y frente al balcón se quiebra
mi noche…
Hunde mi habitación
el llanto de las piedras
apilando el ocre en mi boca…
Ahogadas las estrellas
flotan
sobre mi pecho fangoso…
Se evapora
el suspiro de la rosa,
huye de pronto con tus ojos…
La sonrisa
ya ni siquiera me mira…
Y mi frente ha forzado un picaporte
encontrando el salón suicida…
Vals de las horas rotas
de puentes turbios
y rojos colgantes…
Del vacío de la carne
y la nublada sensación
de haber llegado tarde…
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