sobre los suelos transoscuros de la noche;
con su brillo mágico,
huidizo,
haces crecer mi horizonte de claridad,
mientras la hibridez se cuela
por la aguja de los muros del infinito…
Aprendo,
del acontecimiento,
a borrar el rol principal de lo asentado,
derritiéndome en tu juego indecible;
escribirte,
amparando la forma
del viento,
del agua,
para arrojar mi lengua a tus vocablos
y consumarme en sus escollos,
volviéndome revolucionaria…
Armarme de paciencia
y parir un nuevo esquema,
desenvolviendo, a tu mirada,
la nueva perspectiva;
otra clase de osadía,
como si encarnara el sueño solar,
amparando su llanto…
Me inclino ante el fulgor electrizante
que chorrea
por tu silencio;
por las papilas digitales,
mientras te proveo de un romance
sin igual
que sobrepasa tus ideas,
maniobrando lo innombrable…
No hay comentarios:
Publicar un comentario