Me citas la noche
con la imponente majestuosidad
que destila tu lengua
y preciso la pausa
para recomponerme un poco
y volver a paladear, con vehemencia,
su fuente de ambrosía…
Me das a beber
del brillo aromado de lo sideral;
toda la claridad
que te atavía el impulso
de embarcarme en tus sueños
y conducirme,
hasta hallarme flotando
en el noctambulo arrullo de tu silencio…
Tan irresistible resulta
atarnos las aguas
que del vaso colmado de lo nuestro,
sobre innumerables esferas
se acomodan arrebato y embeleso…
Y nos guarda el infinito
en su cajita aterciopelada,
como reserva única
de todos los tiempos…
TE AMO MI AMOR!!!!!!
ResponderEliminarY nos guarda el infinito
ResponderEliminaren su cajita aterciopelada,
como reserva única
de todos los tiempos…
Me encantó esta estrofa, querida amiga Nancy, aunque todo el poema es lindo y metafórico....te invito también a mi blog de blogger...cuyo link está debajo de mi firma en el foro Aires de Libertad. Recibe mi abrazo. Ingrid Zetterberg