Con un roce dinámico y fecundo,
trasunto irrefutable de tu alma,
me deslizas el aire
e hipnotizas las torsiones elásticas
que me hacen danzar en tu silencio…
El índigo palomar se abre,
dejando escapar,
entre partículas de luz,
la expresión pulsátil de mi lengua…
Tu imperturbable balanceo
me secuestra de la sombra;
me extasía cada recodo
con su corpórea melodía
y arrastra a su reverso la penumbra…
Calla mi brújula en tu nombre
que arroja ángeles a mi saliva,
y exuda el genuino canto
de la noche sobre mis ojos,
como inmortal poesía…
TE AMO MI AMOR!!!!
ResponderEliminar