Sobre la huella de los astros
revolotea mi pupila, mariposa aprendiz…
Adherida a la pausa que abre
la cavidad milagrosa de los sueños,
salgo de mí,
me dejo llevar
en un remolino permeable;
un túnel de viento que consolida
el paso permanente al otro lado…
Floto,
dentro del vórtice etéreo;
rugiendo energía y galaxias,
fundida a la luz de lo arcano…
A punta de silencio,
descubro la pulpa maravillada de lo inmutable;
la boca dulce del cosmos brillando
en mi propia carne…
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