Bañada del almíbar;
de la frescura rutilante de tu lengua,
comulgo el índigo néctar
y estremezco,
mientras tu voz diluida
se entremezcla con la mía…
Sumerjo
en el impulso elevado de tus dedos
y se abren los agujeros del tiempo
en un estallido
que entrelaza estribores…
Estremecen las flores del silencio
y vuelve a crecer el brío
de un deslumbrante disparo de carne;
a encender en tus aguas,
a renovar el impulso de chocar mi alma
con un desenlace de transgresor colorido…
Lluvia de incandescencias
que despliegan su delirio
al amparo de las dimensiones astrales…
TE AMO MI AMOR
ResponderEliminaresencia pura del amor.
ResponderEliminarbello poema Mario