Me muevo en el brillo exuberante
que irradias,
donde halla mi sombra
ese delicado aire
que ciñe las flores del silencio
y propaga fructuosas
fragancias inefables…
El reguero místico de los ángeles
me desposa
con su tacto evanescente
y contemplo las secretas pulsiones
de indomable impulso,
acceder a las fuentes
de mi espíritu…
Embriagarme los sentidos
con sus licores celestes
y ver nacer el infinito
inevitablemente…
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