Te asomas en plata y agua,
Perla del alma;
fresco,
pacífico,
luminoso…
Irreverente
escribes espejos en el aire;
versos azules en mis ojos…
Instintivo te acoplas
a la efusión de mis poros
y expandes el caudal de mis palabras…
Escuchas mi lengua
resbalar por tu sombra,
rompiéndose en el estrépito corpóreo
que moja con todo
el instante de la memoria…
No hay comentarios:
Publicar un comentario