Adoro enredarme
en la inalterable claridad
de tu lengua,
que exalta la teoría sin palabras;
fundirme a su balanceo
de efluvios caleidoscópicos…
El goce de instaurar lo nuestro
a un lado de las horas,
me convierte en fiera defensora
de este silencio cósmico…
El amor me envuelve
dulce,
risueño,
como un manantial de luciérnagas
sosteniendo el viento
y ahogando la expectación de las sombras…
Besarte como nunca antes
se me antoja,
embriagar hasta el fondo el pensamiento
con el sonido de la fragancia transgresora
que nos sigue transmitiendo…
TE AMO MI AMOR!!!!
ResponderEliminar