sábado, 1 de noviembre de 2014

Hiedra Luminosa


Meticuloso
me cubre tu silencio
y descubres las estrellas de mi alma,
que brotan entre tus dedos…

En tus labios de Luz
declinan los candados del tiempo
y el horadado escudo diluye propiciando
un mágico asidero de palabras…

Tras el cobijo de tus párpados te leo,
en el violento cataclismo
que me avasalla,
inyectándome con profusa ambrosía
el predominio de tu ser…

La justicia se hace fuego
en el palpitar de la sombra,
desmaya de tu cuerpo, el hombre,
y el ángel de tu nombre
me envuelve en divino placer…

La geografía de tu mirada
supervisa los relieves que aprisionan
la tierra conquistada
por tu esencia cautivadora…

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