Suspendida en el vapor resplandeciente
que inunda el vértigo supremo,
contemplo los rayados sutiles
escritos en las grutas del silencio…
Se abren puertas en el aire
y aglutinan las pavesas irisadas
de mis filos atrapados…
Ondula el brío insospechado,
que destruye la distancia
con sus destellos solemnes
y prenden argénteos suspiros
a los solares de mi alma…
Confabula la magia
con el fervor sostenido
en la sentencia unánime
que suprime
la fugacidad imprecisa…
Me ensambla la luz infinita
y su música arcana
en la dimensión desconocida
me vuelve ángel de plata…
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