Monto el carrusel luminoso
en la premura del aire,
vistiéndome sólo
de tu silencio…
Giro adherida
al vasto territorio de tu verbo,
sumida en su miel embriagante…
Ondulante,
me abandono al movimiento
cuyo canal me conduce
por las venas de la noche…
Me baño en los astros
y me hago a tu toque de diamante,
hilando invisible entramado
en arcano hipnotismo…
Sinuosidad de tu fuente
que fluye rebosante
por mis suspiros…
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