El pulsar genuino del silencio
afina las cuerdas
de tu perfume ignoto
y me inyecta todo
el fervor de su melodía…
La sangre atraviesa mis oídos,
me rompe en el pecho
su nota sostenida
e inunda mi lengua
el carmín fecundo de su rocío…
Resopla claridades,
encandila el movimiento
y me acopla a la letra
que por dentro se reparte
como esencial ungüento…
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