Me consigue tu silencio
con la avidez del agua…
Te desplazas,
moldeando mis relieves,
impregnándome
la inclinación devota…
Incrustada
en el diseño extraordinario
de tu sombra,
visto mis sueños
con las telas de tu lengua…
Bajo tu influjo
renace mi conciencia,
coincidiendo
con el celeste crepitar de la luz,
cuya exactitud
se desprende sin cesar
del manantial de tu esencia…
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