La manía por tu lengua
viene de la potencia
original y exótica
que despide el prisma
de tu corazón…
Marcada mi piel
por la eufonía avasalladora
que la revela,
me concentro en bañarme
con la geometría de sus colores
y convertirme en la voz
de tu arrebato…
Lo correcto torpedea
el querer oculto de los labios
y, frente a frente,
como individuos sin evadirse,
con los ímpetus trenzados
y enclavados en una luz carnosa,
se confirman
que todo los conecta…
Empecinados,
el pasar nos entrelaza,
sin impedimento…
Y tiene sentido,
mientras lo digo,
saberme dentro
de una tensión amable
que al desarrollarse,
junto contigo,
consagra el diseño perfecto…
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