Me despliego
en la tonalidad que te pronuncia,
la música que aborda
los espacios de mi lengua
con su cadencia sagrada...
Me gozo
en la indeleble agitación
que despeja mi sombra
con su fulgor de campanas…
Repica en mi saliva
su frecuencia envolvente,
elevando mi frente
al santuario de los sueños…
Abanicada por tu respiro,
mi alma en rubor cristalino
se vuelve
lumínica letra de tu silencio…
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