Hundirme
en el surco de tu abrazo;
en la absoluta cercanía
que me disuelve la piel
y me viste de tu carne...
Es ver crecer sin medida
la luz de mis ángeles...
Leerme en la red de tu sombra,
tatuandome el silencio
con sutileza cristalina...
Consolidar la promesa cumplida,
como baño de luna
que desnuda
la noche infinita...
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