A medida
de que la sombra y sus ecos
resbalan por mi boca
todo me sabe a su amargo aliento…
Y el apetito voraz
engulle cada burbuja
que dibuja
desesperada
la brisa luminosa de mi alma…
Me pierden tus ojos…
Se apaga mi luciérnaga…
Tu ventana se calla…
No pueden ver que a mis espaldas
ha posado con su negra estela
de nieve tachando
con gélida espada
todas mis estrellas…
Me destruye las palabras
decapitando mis suspiros
-tormento de mi brillo-
Coludido el tiempo
socava mi lamento
quedando mi silencio
en sopor eterno…
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