Un mar tendido en tus ojos
ahonda irreverente mi saliva,
como una cláusula que anula
la evasión de mi sombra
y en ti se precisa…
Me descubro en tu silencio
y tus labios eternos
seducen el umbral de mis horas,
antes de cercenar el misterio…
Se hacen preguntas mis dedos
y el infinito cociente de todo responde
con la oscilación en la que enredo
todas las certezas…
Estructura de luz que escoge
el temblor evanescente
que emite mi boca
cuando al nombrarte te besa…
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