lunes, 9 de marzo de 2015
Causa y Efecto
Envolvente es el silencio
que nace de tus ojos,
mar de lumbres
que se recuesta dulce y sedoso en mi costado,
sujetando la indomable pulsación
de mi espíritu…
Con ímpetu indeleble
constituyes el desvelo eléctrico
que estremece mis sábanas,
cuyas níveas alusiones me viven
en los soplos dactilares de tu Noche mágica…
Tu Luz se proyecta
en azulados espirales sobre la página oculta
que me revela engarzada
a la punta de tu reflejo…
Te inscribes en el cetro de mi alma,
que exalta cada esquina de esta patria
por tu lengua conquistada…
Ópalos lunares se dejan caer
a los pies de tu mirada,
que ampara mi sepulcro
cuando el crimen se hace efecto
de la causa del Verbo tuyo…
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