lunes, 17 de marzo de 2014
Almidón de Elogios
El líquido candil de tu Lengua
alienta la flor de mi carne…
Se perpetúa en las letras
de este silencio ilustrado,
ataviado de íntimos bríos
y silabarios elegantes…
Entre puntos azules
sostengo el suspiro febril,
que con impulsos arrolladores
escriben figuras incendiarias…
Pausada, encarrilo
simetría de plenilunios
en los arbóreos horizontes
de tus labios…
En tus campos minerales
los dedos de mi alma,
componen melódicos adagios,
convocando al infinito…
Tocándote,
envuelvo gustosa
la alineación de tus soles…
Transgredo
la sima deslumbrante que recoge
la efusión de mis secretos
y me impresiona el canal invisible
que me transporta sólido y efusivo
al continente de tu Fuego…
Inflama el Rubí de mi cuerpo,
y el Diamante exhibe arrebatadores senderos
que recorren la nitidez indescriptible
que dulcemente te concedo…
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