Hay un renglón que no cesa,
demanda y sujeta…
Un silencio tan largo,
que se anida en mis oídos,
traspasando cuerpo y alma…
Un ángel en mis palabras
me susurra su saliva…
Tiene los ojos del agua
y las manos de la brisa…
Sabe de rosa y espina;
de lunas, playas y desiertos;
de estrella matutina;
de sueños descubiertos…
de la noche y su concierto;
de mi ataúd aprendido…
De colores, sonidos;
vibraciones y reflejos…
Como le huyo si le respiro;
si se toma de mi lengua
para que mi voz sea su nido…
Su instante definitivo;
sin demora ni ausencias;
fugaz incandescencia.
Eternidad de lo que somos, fuimos
y seremos…
(02.02.13)
demanda y sujeta…
Un silencio tan largo,
que se anida en mis oídos,
traspasando cuerpo y alma…
Un ángel en mis palabras
me susurra su saliva…
Tiene los ojos del agua
y las manos de la brisa…
Sabe de rosa y espina;
de lunas, playas y desiertos;
de estrella matutina;
de sueños descubiertos…
de la noche y su concierto;
de mi ataúd aprendido…
De colores, sonidos;
vibraciones y reflejos…
Como le huyo si le respiro;
si se toma de mi lengua
para que mi voz sea su nido…
Su instante definitivo;
sin demora ni ausencias;
fugaz incandescencia.
Eternidad de lo que somos, fuimos
y seremos…
(02.02.13)
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