Sumerjo mi voz en tu aire
y soy tu respiro…
El mío provoca
la inquietud de tus manos galantes
y te digo:
“Soy tu presa,
cazador de mi Luna…”
Se engarzan a tu postura mis pliegues
y eléctrico el llamado de la piel
-roce de espuma-,
ejerce el empuje al enredo
y estoy contigo
en el zaguán del Universo…
Sus pasillos mojados de estrellas
nos dedican su aposento…
En este océano repleto de astros
rozándonos los dedos,
podemos tocar el firmamento entero…
Pasear nuestros ojos por el agua de los sueños
-reguero puro-
y acomodar nuestro pulso
en los escalones etéreos…
Saborear el infinito,
enlazando nuestras sombras…
Eternamente unidos,
alma con alma,
ave y trino,
Azul y Rosa
en trenzado diamantino…
(13.11.11)
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