Plenarios Nocturnos

Coincido con la metáfora que imanta
las esferas de mi pluma;
esa finura con la que los párpados del alba
abrigan mi silencio
y con las que las dianas de la Noche
me abren la voz a la tertulia del universo…

Recuesto lo que soy
en tu aliento,
límpida flama que sujeta las burbujas
que brotan del equilibrio de mi cuerpo y alma…

Estoy guardando en tu piel
el esbozo de mi sombra
y en las chispas de tus ojos
los suspiros de mi espíritu inquieto,
que porta el resplandor frondoso
de ese infinito que diserta entre los astros
nuestro idílico testamento…

Diafanidad

Suelo flotar
en la humedad de tus ojos
y sumergirme pronto
en su mágica transparencia…

Envuelta por la emoción
confluyo al desfile semántico
que engrandece mi lengua,
pues redactas en mi piel
con diafanidad
la redondez del silencio...

Tu viento solar
entrelaza pausa y movimiento,
acordonando mi esencia
con evidente encantamiento…

En tu cuerpo cristalino
me brotan los dedos
suspendidos,
abundantes en la pulsación que emana de tu alma
cuyos oleos íntimos se dibujan incesantes
en mis propias palabras…

Adorable Fulgor

Difundes en el aire
la verdad de tus ojos,
empapas la órbita de mis suspiros
y me sonrojo ante el adorable fulgor
que emana de tu esencia…

Tallada está mi Luna
por el fúlgido afán de tu lengua,
que acuna en mi boca
plenilunios inmortales…

Sinuosa
me esparzo en el perímetro abierto
que trastoca tus cristales…

Me envuelves la conciencia,
como espejo de carne
que vive desde siempre
en mi silencio reflejándose …

Néctar Empírico

Me brindo
irrenunciable
a la copa dulce de tu aliento,
al verbo inquebrantable
que seduce mi saliva…

Bebo de la embriaguez nutrida
que destila tu silencio
y eruditas cicatrices rezuman congruencias
entre tu alma y la mía…

El pulso del viento
se hunde entre mis suspiros
y peregrino la certeza inexpugnable…

Siento la libertad insaciable
desvestirme del cuerpo,
desangrando el pensamiento inefable
de saberme tu reflejo…